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Como se muestra en la imagen, el proceso comienza con la ecografía 3D/4D (Figura 1) que pueden ser fotos, vídeos o el mismo volumen remitido directamente desde la clínica. Procesamos esta información al objeto de obtener las medidas y rasgos de la cara del bebé (Figura 2) a fin de conseguir un modelo 3D en alta resolución (Figura 3) apto para ser impreso en 3D (Figura 4)

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